Diez cosas que te pasarán cuando lleves tiempo trabajando de redactor freelance

Será que me hago viejo, pero cuando hablo con otros redactores siempre acabamos contando «batallitas». Me refiero a anécdotas y situaciones en las que todos los que trabajamos escribiendo nos acabamos encontrando tarde o temprano. ¿Quieres saber qué cosas te pasarán cuando lleves un tiempo trabajando de redactor? ¿Y, especialmente, cómo puedes evitar las situaciones más desagradables? A ver si te suenan...

1. Descubrirás que te estás vendiendo demasiado barato

Es un error que todos hemos cometido al principio de nuestra carrera, al partir de este nefasto razonamiento: «si ofrezco tarifas más bajas, conseguiré más clientes y más rápido». ¿El resultado? Acabas dedicando un montón de tiempo a escribir a cambio de unos ingresos que no te permiten vivir dignamente.

Cómo evitarlo: en lugar de fijarte solamente en las tarifas que cobran otros redactores, es mejor calcular el precio justo de tu trabajo de redactor para fijar unos precios que te permitan ganarte la vida. También debes aprender cuándo y cómo subir tus tarifas de redacción.

2. Te hartarás de enviar presupuestos que no salen

En mi ordenador tengo una carpeta llamada «Propuestas» a la que van a parar todos los presupuestos y ofertas que me han pedido y que el cliente no aceptó o ni siquiera se dignó a responder. ¡Hay decenas de ellas! Ni te imaginas la cantidad de horas que he perdido preparando propuestas para luego nada…

Cómo evitarlo: plantéate publicar tus tarifas en la web para filtrar a los clientes que no están dispuestos a pagar por tu trabajo. Cuando un posible cliente te pida un presupuesto, intenta averiguar cuáles son sus expectativas en cuanto al precio. Y haz siempre un seguimiento de las propuestas enviadas; a veces una simple llamada evita que todo el esfuerzo se quede en nada.

3. Te darás cuenta de que te toman el pelo con las pruebas de redacción 

Qué fácil es pedir a un redactor que te envíe un texto de prueba, ¿verdad? Pero a nadie se le ocurriría pedirle a un carpintero que haga un mueble de prueba antes de contratarle, ¿cierto? Lo peor de hacer pruebas de redacción sin cobrar no es que envíes la prueba y el trabajo no salga, sino que además el cliente acabe usando el texto sin tu permiso.

Cómo evitarlo: crea un porfolio online para mostrar tus trabajos y pásalo al cliente que quiera conocer la calidad de tus textos. Procura firmar algunos artículos para poder acreditar que eres su autor. Y cuando un cliente te pida hacer una prueba de redacción sin cobrar, explícale amablemente que la prueba debe ser remunerada porque, igual que él, tú no trabajas gratis para nadie.

4. Te cansarás de escribir sobre temas que no te gustan

Una de las anécdotas que conté en el Encuentro de Redactores Digitales y que tuvo más éxito fue la de la redactora que llevaba un año escribiendo sobre cajas de cartón para un cliente y estaba desesperada porque ya no encontraba nuevos enfoques para los artículos. ¿Te suena? ¡A mí también me ha pasado!

Cómo evitarlo: las colaboraciones fijas o los encargos de gran volumen, del tipo escribir un artículo cada día para un blog, son inicialmente muy atractivas. Pero entrañan un peligro: pueden llegar a resultar agotadoras. Para evitarlo, procura escribir principalmente sobre temas que te gustan o conoces bien y crea un calendario editorial para tu cliente con las ideas para los artículos. 

5. Te propondrán escribir (o corregir) un libro

Uno de los momentos álgidos en la carrera de un redactor es cuando un cliente te contacta para pedirte que escribas o corrijas un libro que quiere publicar: un ebook, una biografía, una novela, etc. Piensas: «¡Qué bien, lo voy a disfrutar y además me pagarán bien!». Por desgracia, según mi experiencia, no es así: cada año me proponen escribir dos o tres libros, pero hasta ahora ninguno ha salido adelante porque el cliente no está dispuesto a pagar todo el trabajo que supone (o no tiene dinero).

Cómo evitarlo: antes de lanzarte a escribir o corregir un libro para un cliente, consulta estos consejos para gestionar grandes encargos de redacción. No muevas ni un solo dedo hasta haber firmado un contrato de servicios de redacción con el cliente y pide siempre como mínimo la mitad del dinero por adelantado. ¡Ojalá tengas más suerte que yo con los encargos de libros!

6. Te tentarán con una tarifa plana de servicios

Un día encuentras un cliente que quiere que escribas varios artículos al mes para su blog, además de llevarle las redes sociales, el boletín de clientes, descripciones de productos para su tienda online, etc. Al final, te pide que propongas un precio cerrado para crear todos los contenidos que necesite cada mes. ¡Te recomiendo que nunca hagas eso!

Cómo evitarlo: las tarifas planas son peligrosas porque siempre sucede una de estas dos cosas: a) Acabas haciendo más trabajo del acordado; o b) El cliente empieza a insistir en rebajar el precio «porque ya lo tienes dominado». ¡A mí me ha pasado! Por eso, con los clientes fijos prefiero emitir una factura a final de mes en la que incluyo el resumen y el precio de todos los servicios realizados.

7. Te quedarás sin cobrar algún trabajo

La pregunta no es si sufrirás un impago, sino cuándo. El 36 % de los redactores freelance se ha quedado sin cobrar algún encargo. Y a menudo el moroso es el cliente que menos te esperas. Por eso debes estar siempre prevenido, incluso aunque se trate de una empresa importante y el cliente parezca serio… ¡a veces resultan que no lo son tanto!

Cómo evitarlo: cobra siempre por adelantado como mínimo el 50 % del presupuesto de tu trabajo, pide al cliente sus datos de facturación completos antes de iniciar algún trabajo y, en caso de duda, es mejor que no aceptes un encargo que no sabes si vas a poder cobrar. Además, asegúrate de facturar como un profesional y enviar recordatorios de pago a tus clientes «despistados».

8. Toparás con un mal cliente

Hay muchos tipos de clientes que pueden convertir en un infierno tu trabajo de redactor: desorganizados, ignorantes, agobiantes, desconfiados… Pronto te cansas de trabajar con ellos porque todo se vuelve terriblemente complicado, pero no puedes mandarles a paseo porque entonces no cobrarás tu trabajo… ¡Qué gran dilema!

Cómo evitarlo: pide siempre al cliente que te dé instrucciones claras antes de iniciar el trabajo, cobra una parte por adelantado y pacta cómo será el proceso de revisión en el presupuesto o el contrato del servicio. Cumple tu parte del acuerdo y exige al cliente cumplir la suya. Y si no te sientes a gusto con un cliente, aprende a decir no con estos útiles consejos de Javier Barros.

9. Aceptarás un encargo que te supera

Tarde o temprano, surgirá un trabajo que te arrepentirás de hacer aceptado por cualquier razón: es demasiado largo, aburrido o complejo, el texto no fluye, la relación con el cliente no es buena… Pasan los días y ves que no vas a llegar, el resultado no será satisfactorio y el cliente lo rechazará. ¡Tranquilo, a todos nos ha pasado!

Cómo evitarlo: aunque es positivo ampliar tu abanico de servicios de redacción, en general procura no meterte en terrenos que no dominas. Pacta plazos de entrega y condiciones realistas con el cliente y, si algo no marcha bien con el trabajo, díselo lo antes posible. Es mejor retirarte a tiempo de un trabajo que hacerlo tras dedicarle muchas horas.

10. Recibirás una carta negra de Hacienda

Aproximadamente una vez al año, la cartera llama a mi puerta para entregarme un misterioso certificado. Hábilmente, esconde el sobre a su espalda hasta que firmo el recibo y entonces me entrega la temida carta negra de Hacienda (negra porque el sobre lleva un gran recuadro de este color para que no se transparente el contenido). Normalmente, estas cartas son para avisarme de que he cometido algún error en mis declaraciones de impuestos y me multarán si no lo arreglo. ¡Y eso que pago religiosamente!

Cómo evitarlo: la única manera de evitar problemas con Hacienda y la Seguridad Social es cumplir con las obligaciones fiscales de los redactores. Te digan lo que te digan, no se puede facturar a través de cooperativas, ni emitir facturas sin ser autónomo, ni tampoco debes pasarte de listo intentando desgravarte gastos que no corresponden. ¡Te acabarán pillando y recibirás la Carta Negra! 

¿Te ha pasado alguna de estas cosas? ¿O qué añadirías a la lista?

Comentarios

  • Redactor Freelance
    27 febrero 2020 at 07:39

    Hola:

    Aquí tienes el análisis de 12 páginas web para ganar dinero escribiendo como freelance:

    redactorfreelance.com/2016/12/12-webs-ganar-dinero-escribiendo.html

    Saludos

  • Ana Islas
    26 febrero 2020 at 18:47

    Cual plataforma me recomiendan?

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