-¿A qué te dedicas?
-Soy redactor freelance.
-¿Y qué es lo que haces?
-Escribo textos para otros.
-¿Pero te pagan por eso?
-Sí.
-¿Y tienes una oficina?
-No. Trabajo en casa.
-Ah…
¿Te suena esta conversación? Es un ejemplo que usé en mi ponencia del Encuentro de Redactores para ilustrar lo que ocurre siempre que alguien me pregunta a qué me dedico. Llevo más de diez años teniendo conversaciones de este tipo y la mayoría de gente todavía no entiende que me paguen por escribir y encima lo haga trabajando desde casa…
Sin embargo, últimamente he encontrado varias noticias que confirman que trabajar como freelance y hacerlo desde casa se está volviendo cada vez más normal. Ojo a estos datos:
Interesante, ¿verdad? No solo crece el número de autónomos, sino que cada vez más compañías ofrecen la opción de trabajar desde casa. Y no se trata de actividades como ensobrar cartas o poner pegatinas: empresas líderes como Apple contratan a personal para ofrecer asistencia técnica de sus productos trabajando desde casa a jornada completa.
Y el futuro todavía es más prometedor. Un tercio de los trabajadores de Estados Unidos ya son autónomos y algunos expertos señalan que llegarán al 50 % dentro de unos años. A nivel mundial, IDC estima que el 37 % de los trabajadores globales ya son freelance. Y en España, ya somos más de tres millones de autónomos y subiendo, como leíamos antes.
Pero eso no es todo: la frontera entre los asalariados y los autónomos cada vez es más tenue…
El otro día hablaba con un amigo que toda la vida ha trabajado como asalariado para otras empresas. No quiere ni oír hablar de montar un negocio o hacerse autónomo. Sin embargo, durante la crisis la empresa en la que llevaba años trabajando le despidió.
Desde entonces, pasa la mayor parte del tiempo en paro y cuando trabaja lo hace en las siguientes condiciones:
Esto sucede en una multinacional española que ha recibido premios por «crear trabajo de calidad». ¡Tócate los cordones!
Yo no le dije nada, pero interiormente pensé:
Esto lamentablemente sucede en cada vez más sectores. De seguir en esta línea, creo que en pocos años ya no habrá diferencia entre asalariados y autónomos. De hecho, en Francia directamente han eliminado el régimen especial de autónomos y ahora todos pagan igual.
Es lo que está pasando con el «viejo trabajo», pero… ¿qué ocurre con el «nuevo trabajo»?
La mal llamada economía colaborativa está creciendo a un ritmo del 15-17 % anual, según recoge este artículo del admirado Ignacio Ramonet. Compañías como Uber o AirBnB están rompiendo todos los esquemas de las empresas tradicionales, facturan millones y tienen cola de inversores dispuestos a meter dinero en negocios que no producen nada: simplemente, ponen en contacto a gente que necesita un servicio con gente que está dispuesto a ofrecerlo con sus propios medios y a bajo precio. Por eso digo que está mal llamarlo «economía colaborativa», porque en realidad hay unos pocos que ganan mucho y muchos que ganan muy poco. ¿Qué tiene eso de colaborativo? Mejor vayamos buscándole un nombre más acertado…
Estas compañías de la nueva economía también están apostando por los freelance, aunque prefieran llamarlos de otras formas como «riders», «glovers», «colaboradores», etc. Solo hace falta echar un vistazo a las condiciones laborales que ofrecen empresas como la española Glovo (de quien ya hablé hace tiempo debido a su marketing tan imaginativo con las cuentas):
Fuente: https://glovoapp.com/es/glovers
Ellos lo venden como un trabajo que ofrece libertad y flexibilidad ideal para jóvenes, estudiantes, personas que trabajan por su cuenta, etc. Bueno, en el caso de Glovo lo presentan de una forma todavía más bucólica:
(En serio, me encantaría conocer a la persona que escribe estas cosas en Glovo y saber qué se echa en el café por la mañana…)
Pero tan bonito no debe ser cuando proliferan las denuncias por las precarias condiciones de trabajo que ofrecen este tipo de plataformas. Incluso ha habido huelgas de sus «alegres» colaboradores… Los afectados hablan de que hay menos trabajo del que desearían, con lo que ganan no les llega para pagarse la cuota de autónomos, si se van de vacaciones no cobran y luego tienen que empezar de cero para conseguir algún pedido… ¿Te suena? Se parece bastante a las quejas que solemos formular los freelance que trabajamos en casa, ¿verdad?
Por una razón u otra, cada vez más gente trabajará en casa como freelance en los próximos años. A mí me parece fantástico, porque personalmente me siento más cómodo siendo mi propio jefe y organizando mi tiempo como me plazca que obedeciendo las órdenes de otros.
Sin embargo, no me parece bien que esta «freelancelización» de la economía (y perdón por la palabreja que me acabo de inventar) equivalga a trabajar con más precariedad y a sufrir más abusos laborales. Creo que deberían cambiar al menos tres cosas para que esto pueda funcionar:
En fin, no sé si me he explicado: me gustaría que las personas que trabajamos en casa como freelance dejemos de ser unos bichos raros… ¡pero tampoco quiero que nos sigan tomando por idiotas que hacen el trabajo por una miseria mientras otros se enriquecen a nuestra costa!
¿Tú también crees que trabajar en casa como freelance es el futuro? ¿O no lo ves claro? ¡Da tu opinión!
Soy periodista, redactor freelance y bloguero desde 2006. Escribo para otros porque quiero comprar tiempo para escribir para mí. Además, enseño a otros freelance cómo ganar dinero trabajando por su cuenta en RedactorFreelance.com y mediante mi ebook «Guía del Redactor Freelance». ¡Si quieres hablar, contacta!
Redactor Freelance
1 diciembre 2017 at 14:07¡Muchas gracias! Lo de la cuota de autónomos es una larga batalla, de momento con la última reforma legal tampoco es que hayamos mejorado mucho, excepto la ampliación de la cuota reducida para los que empiezan. ¡Seguiremos luchando!
Anónimo
1 diciembre 2017 at 10:33Totalmente de acuerdo. Lo peor, además, es que la cuota de autónomos es un disparate cuando cobras cuatro duros, que es muy habitual con lo que se paga por texto, incluso cuando las tarifas no son de las peores. Es un escándalo y acaba afectando a la salud psíquica y física. Los ricos, eso sí, cada vez más ricos… ¡enhorabuena por el artículo Roger!
Redactor Freelance
7 noviembre 2017 at 09:35¡Gracias a ti, Sandra! Me alegro de que te guste el artículo, estoy de acuerdo en que si las condiciones de los nuevos modelos de trabajo fueran más serias, todos saldríamos ganando. ¡Saludos!
Unknown
17 octubre 2017 at 22:13También soy nueva en esto. Me encanta trabajar en casa, pero es verdad que el mal pago está haciendo perder un gran oportunidad para todos: empresas y trabajadores.Gracias por el post, me siento identificada.
Redactor Freelance
27 septiembre 2017 at 15:41Hola Beatriz:
Ahora tienes la cuota reducida de autónomos para los primeros meses.
Pero no es una solución si quieres dedicarte a esto de forma estable y profesional, en lugar de hacerlo “mientras encuentras un trabajo de verdad” como dices (yo también he tenido que escuchar eso alguna vez…).
Personalmente, solo con ahorrarme las 2 + 2 horas que dedicaba cada día a ir y venir del trabajo ya me compensa trabajar en casa.
Saludos,
Roger
Unknown
27 septiembre 2017 at 10:28¡Magnífico post! Estoy totalmente de acuerdo contigo en la reflexión que haces. Hace pocos meses que empecé en esto y como le pasa a Hiedrita, a mí también me han dicho "esto está bien mientras encuentras un trabajo de verdad" o me han interrumpido mil veces porque como estás en casa y con el ordenador da la sensación de que te pasas el día jugando online más que trabajando… en fin.
La cuota del autónomo y las prestaciones necesita una buena revisión. A mí lo que echaba para atrás de este mundo era la cuota… Porque si no tienes la suerte de facturar lo suficiente desde el minuto uno, ¿cómo haces frente a los pagos?
Estoy convencida de que cada vez habrá más gente trabajando desde casa porque son muchísimas las ventajas. Por ejemplo, facilita la conciliación familiar y para mí eso ya es brutal.
Sigo atenta a tus sabias reflexiones 🙂
Un abrazo.
Beatriz
Redactor Freelance
27 septiembre 2017 at 08:46Jaja, esa conversación que comentas era la que tenía con mi madre al principio de hacerme autónomo…
He centrado el artículo en el trabajo en casa, pero en sentido más amplio me refiero a los nuevos modelos de trabajo independiente que pueden hacerse en casa, en un espacio de coworking, en una oficina alquilada o incluso en las instalaciones del cliente pero con un alto grado de autonomía y flexibilidad horaria.
Todos tenemos que hacer un poco de pedagogía para enseñar a los demás cómo son los nuevos puestos de trabajo que están surgiendo.
Muchas gracias por leerme.
Roger
Redactor Freelance
27 septiembre 2017 at 08:44Hola Joan:
Muchas gracias por tomarte un respiro para escribir este comentario. 🙂
Estoy de acuerdo con que se regulan mucho algunos temas (como la famosa sanción a la Unión de Correctores por publicar sus tarifas recomendadas), mientras que en otros asuntos se hace la vista gorda de mala manera.
El otro día leí que Airbnb pagó el año pasado en España menos de 25.000 euros en impuestos… ¡Y eso que gestionó 2,6 millones de estancias en nuestro país!
Me parece bien que se flexibilice el mercado laboral, pero eso no quiere decir recortar derechos de muchos para beneficio de unos pocos.
Un abrazo,
Roger
Hiedrita
26 septiembre 2017 at 19:08Todos tus post me chiflan Roger, pero este particularmente me ha llegado al alma y me ha sacado alguna que otra carcajada, concretamente con la conversación del inicio. En mi caso no trabajo desde casa porque no quiero, lo hago desde un centro de co-working pero también me pagan por escribir, cosa que la gente alucina. ¿Te pagan por hacer post? ¿llevar una cuenta de Facebook? ¿pero sacas dinero para vivir? ¡menudo chollo trabajar desde casa!
Hay otra conversación que también se repite mucho en mi caso cuando hablo con familiares de cierta edad…
– Si te saliera un trabajito
– Yo ya trabajo, soy autónoma
– Ya mujer, pero un trabajo de verdad, de esos que tienes un horario y un salario
– No me interesan esos trabajos, ya los he tenido y me gusta gestionar mi propio tiempo
– No sabes lo que dices…
Creo que todos podríamos aportar nuestro granito de arena en cuanto a este tipo de conversaciones se refiere.
Por no hablar de cuando estas trabajando desde casa y todo el mundo te interrumpe como si estuvieras pasando el tiempo, "deja eso mujer y ayúdame con esto…." y resulta que eso es mi trabajo…
Creo que hay mucha incomprensión en la sociedad con nuevos puestos de trabajo que han surgido con las nuevas tecnologías y podemos hacerlos desde donde nos plazca…
Excelente post Roger que como ves tiene mucha chicha
Joan
26 septiembre 2017 at 16:48Qué buena reflexión, Roger. Sin duda tienes toda la razón con lo de que es un buen modelo que pide paso a gritos pero que para funcionar se necesita cambiar tres o cuatro cosas.
Lo de la inspección en casa no tiene nombre. Lo de que paguemos 290€ (y subiendo) para esa bazofia de base de cotización también es de traca. Que las empresas se aprovechen de estas necesidades B2B y B2C, tributen una miseria y se lleven un pastizal… ¿Esto deriva del liberalismo económico? Lo de tu amigo es tan común que se ha acabado aceptando como normal cuando es para pegarse un tiro.
Mucho regular la economía la UE pero que se permitan estos destrozos… El sistema no funciona, y a todos los que estamos abajo nos toca poner gasolina para que los de arriba vayan en coche.
He tenido que parar mi jornada laboral para escribir este comentario y no voy a recibir dinero por ello, por cierto 😉
¡Saludos!