A menudo, no se trata solo de los beneficios de usar una VPN exclusivamente para proteger tu seguridad y privacidad. Cada vez más empresas exigen el uso de servicios de navegación segura para tener la posibilidad de trabajar desde casa o colaborar como freelance. Por ejemplo, a la hora de acceder a una intranet o el repositorio de documentos de un proyecto.
Cómo funciona una VPN para trabajar en casa
Aunque los detalles técnicos son un poco complejos, el funcionamiento de una VPN es fácil de entender a un nivel básico. Al usar este tipo de servicios, se crea una conexión privada entre tu equipo y el servidor que gestiona la VPN. Se trata de una especie de túnel virtual, protegido por un potente cifrado, al que solo puede acceder el usuario que conoce las claves de la VPN.
Desde el momento en que te conectas a la VPN, este servidor se encarga de dirigir tus paquetes de datos a través de la red. De este modo, nadie puede identificar el equipo o la red desde la que acceder, por lo que no pueden rastrearte para recopilar tus datos o robarlos.
Ojo: eso no significa que una VPN te confiera un anonimato total: los datos que compartas al navegar en la web, como tu correo electrónico o tarjeta de crédito, seguirán siendo visibles para las páginas donde los introduzcas, aunque no puedan identificar dónde te encuentras.
Una vez aclarado cómo funciona una VPN a nivel técnico, como usuario no tienes que preocuparte por todo esto. Actualmente, existen muchos servicios de VPN que están especialmente dirigidos a teletrabajadores, freelance y particulares, muy fáciles de usar.
Normalmente, consisten en una aplicación que se descarga en tu ordenador o dispositivo móvil, se configura automáticamente y te permite empezar a navegar casi de inmediato.
Los principales pasos para instalar y configurar una VPN en tu ordenador son los siguientes.
Elige un proveedor de VPN adecuado a tus necesidades.
Hay muchos servicios de VPN gratuita, aunque generalmente no son adecuados para los profesionales porque incluyen limitaciones, te bombardean con publicidad y pueden revender tus datos a otros. Los servicios de VPN gratuitos están bien si quieres probar cómo funcionan las redes privadas virtuales o usarlas puntualmente. Pero para trabajar desde casa o como freelance, es mejor optar por un proveedor de VPN de pago, que te garantiza todas las funcionalidades y la seguridad que buscas a cambio de una asequible cuota mensual.
Descarga la aplicación de VPN en tu ordenador.
Aunque es posible configurar manualmente una VPN con el proveedor que hayas elegido, resulta más sencillo descargar una aplicación VPN preconfigurada. Estos programas realizan automáticamente los ajustes necesarios, por lo que no tendrás que preocuparte de los detalles técnicos. Simplemente, tras bajar la aplicación y abrirla, te pedirá unos datos básicos para crear tu cuenta, así como algunos ajustes para adaptar la aplicación a tus necesidades.
Conéctate a la VPN para empezar a navegar.
Con los ajustes predeterminados de la aplicación, solo tienes que darle a “Conectar” para crear la conexión privada virtual con tu proveedor de VPN. A partir de ese momento, podrás navegar de forma segura y protegiendo tu privacidad por toda la red. Aunque las VPN añaden algunos pasos adicionales al intercambio de paquetes de datos, si tienes una conexión a Internet de banda ancha apenas notarás alguna diferencia en la velocidad de navegación, descargas, etc.
Eso sí, asegúrate de abrir la aplicación y conectarte a la VPN cada vez que enciendas tu ordenador y empieces a navegar. Recuerda que también puedes usar el servicio VPN que hayas contratado en tus dispositivos móviles como teléfonos, tabletas, portátiles, etc.