Hace poco me sucedió algo decepcionante: subcontraté a un redactor para escribir unos textos sobre un tema que no domino para un cliente. El primer encargo lo hizo bien, pero al recibir el segundo artículo me di cuenta de que estaba plagiado de Internet. Suerte que lo vi a tiempo, porque de haberlo publicado habría tenido un gran lío con el cliente. No es que esté en contra de los “refritos”, es decir, escribir a partir de un texto ya existente para que parezca un contenido nuevo. Pero si lo haces, al menos procura que no se note siguiendo estos sencillos consejos.
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Imagen cortesía de Iosphere/Freedigitalphotos.net |
Sin embargo, si no te queda más remedio que hacerlo, al menos debes
intentar que no se note, por respeto al cliente pero sobre todo para evitar
perjudicar tus propios intereses: si te pillan copiando un artículo, te
quedarás sin cobrar, el cliente puede destrozar tu reputación en Internet e incluso
puedes llegar a sufrir consecuencias legales por plagio.
Si cortas y pegas, te van a pillar
Dentro de los “pecados” que puedes cometer cuando escribes para Internet,
el contenido duplicado es el peor de ellos. Por un lado, supone engañar al
cliente al estar vendiéndole como inédito un texto que no lo es. En segundo
lugar, infringes los derechos
de autor de otro redactor que escribió el texto original. Y por último,
Google penaliza el posicionamiento de los textos duplicados, lo que puede
acabar afectando al posicionamiento de la página de tu cliente donde se
publique (y eso no le gustará nada).
¿Cómo
saber si un contenido es duplicado?
En Internet existen muchos programas
para detectar contenido duplicado, como Copyscape. Pero en realidad no hacen
falta: basta con cortar un párrafo del texto, pegarlo en Google y darle a
buscar para encontrar inmediatamente cualquier otra publicación similar que
exista. Se tarda un segundo en detectarlo. De modo que cortar y pegar textos,
aunque sea parcialmente, no es una buena forma de salir del paso si tienes que
entregar un artículo y no sabes cómo hacerlo. Además, cada vez más clientes usan software para detectar contenidos duplicados (o al menos dicen que lo hacen, es un requisito que ya aparece en muchos "briefings" de ofertas de trabajo para redactores).
En lugar de cortar y pegar, si no tienes tiempo para escribir un buen
artículo original (que sería lo más recomendable) es mucho más inteligente hacer un refrito. Se trata de un texto
elaborado a partir de contenidos ya existentes, pero disimulado de forma que no sea
reconocible como contenido duplicado y no puedan acusarte de plagio.
¡Venga! No vamos a ponernos exquisitos: todos los redactores lo hemos hecho alguna vez; la gracia está en no abusar de ello y que no te pillen.
El arte del refrito: cómo cocinar un texto a partir de escritos anteriores
Aquí van algunos trucos que puedes usar para hacer un refrito de un
artículo a partir de textos ya existentes (yo por supuesto siempre escribo textos inéditos originales y estupendos, y así lo sostendré
ante cualquiera que me pregunte :-)
1) Consulta varias
fuentes: pongamos por ejemplo que tienes que escribir un artículo sobre las últimas
tendencias en el mundo de los montacargas horizontales; un tema apasionante sobre
el cual no tienes ni idea, pero aceptaste el encargo porque necesitas el dinero.
En lugar de buscar un único artículo y plagiarlo vilmente, haz una búsqueda del tema en
Internet y selecciona por ejemplo cinco artículos que hablen de este asunto (si
es posible, alguno en inglés; luego ya verás porqué lo digo ;-) Así podrás
extraer las mejores ideas de cada uno de ellos sin incurrir en plagio.
2) Saca las mejores
ideas y reescríbelas con tus propias palabras: nadie te va a acusar de
plagio por no tener ideas originales, pero sí por copiar frases de otros. De
modo que léete los artículos que has seleccionado, y corta y pega en un
documento de texto las ideas o puntos principales que darán forma a tu
artículo. A continuación, vuelve a escribirlas con tus propias palabras, aunque
se trate de decir las mismas cosas.
3) Cambia el orden para
que parezca diferente: si los artículos que estás utilizando como fuente
presentan las ideas en un orden similar, es una buena idea modificar el orden
de los puntos. La redacción es como las multiplicaciones: el orden de los factores
no altera el producto final, pero puede hacer que el texto parezca mucho más
original.
4) Conecta las
diferentes partes del texto y unifica el estilo: un artículo empieza a
oler a “refrito” cuando el estilo de los distintos párrafos no coincide. Por
ejemplo: al principio hablas de tú al “lector” y al final de “usted”; primero
pones comillas para citar los términos técnicos y luego cursiva; etc. Repasa el
texto conectando los diferentes elementos y unifica el estilo para que no se
note que procede de fuentes diferentes.
5) Busca un buen título: si no tienes tiempo
para ser original en el texto, al menos intenta buscar un título llamativo y diferente
al de los artículos que has visto. Un buen título hará que el artículo atraiga
más la atención, dificultará que identifiquen la fuente original y de paso te
diferenciará de los otros artículos que has consultado y con los cuales competirás para posicionar tu texto.
6) Si tienes miedo de
meter la pata, cita autoridades: cuando escribes sobre un tema que no dominas, es
fácil acabar diciendo una estupidez. Para evitarlo, puedes enlazar los
artículos en los que te has inspirado como referencias para respaldar tus
afirmaciones. Eso queda súper profesional y nadie suele leerse toda la
referencia (aún menos si es en inglés ;-) Y si algún dato no es correcto, la responsabilidad
no será tuya sino de la fuente.
7) Busca alternativas a
hacer un refrito: existen formatos perfectamente legales y atractivos para elaborar textos a
partir de otras fuentes sin mucho esfuerzo. Por ejemplo: una lista o ranking;
un recopilatorio de citas o declaraciones de expertos (qué tal algo como “Así creen
los fabricantes que serán los montacargas horizontales del futuro”); una
entrevista (envías las preguntas y luego solo tienes que editar las
respuestas); una reseña, resumen o crítica de un artículo que te ha gustado o
crees que puede interesar al público; una adaptación (no traducción) de un
artículo escrito en otro idioma, etc. En todos los casos debes citar las
fuentes, pero te evitarán tener que escribir desde cero.
El refrito
como género periodístico
El refrito (en inglés "churnalism") es
una práctica habitual en los medios de comunicación. Por ejemplo, la Defensora
del Lector del diario El País admite
que algunos de sus periodistas caen en ocasiones en la tentación de hacer un
refrito:
Recibo con
cierta frecuencia cartas de lectores sobre artículos o reportajes que
consideran un flagrante plagio de otros publicados con anterioridad en otros
medios, generalmente extranjeros. (…) Son artículos "tan inspirados"
en otros, que parecen copiados. (…) Un denominador común en muchos de estos
casos es, sin embargo, que se trata de encargos hechos bajo la presión de la
urgencia, a unos colaboradores que difícilmente pueden rechazar, porque no
quieren poner en riesgo la relación que tienen con el diario y porque dependen
de esa fuente de ingresos, siempre precaria (…)"
Cuando un refrito está tan mal hecho que se
reconoce fácilmente la fuente de donde lo has sacado, entonces se incurre en el
plagio. No solo sucede en la prensa escrita u online, como muestran estos ejemplos
recopilados en el blog de Félix Bahón. Para saber más, no te
pierdas el ensayo
publicado por el investigador Mario Alfredo Cantarero, de El Salvador (sí, este país también está en el Directorio de Redactores). ¡Incluso
clasifica los tipos de refrito!
Para terminar, simplemente recordar que este tipo de prácticas solo son
admisibles en ocasiones puntuales, cuando no queda más remedio. Si te dedicas
a hacer refritos de artículos continuamente, los clientes acabarán notando que
la calidad de los textos que les suministras no es adecuada y dejarán de contar
con tus servicios. Y ahora una pregunta: ¿dirías que este artículo es
una obra original mía… o he hecho un refrito?
Creo que todos necesitamos fuentes, pero fuentes serias y ya los libros casi que están mandados a recoger a menos que estén en Internet. Por lo menos para aquellos que tenemos suficiente experiencia en navegar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, hace tiempo que me pasé al ebook y me encanta:
Eliminarhttp://www.redactorfreelance.com/2017/01/convierte-tableta-lector-ebooks.html
¡Gracias por tu comentario!
Roger
¡Buenos consejos! Lo cierto es que hay refritos, y refritos. Siguiendo estos pasos el resultado puede ser fresco o incluso original. Pero en la prensa online, a menudo, no se molestan en disimular. Un amigo mío llama "clónica" a este nuevo género periodístico nacido de la falta de educación sobre el funcionamiento de los motores de búsqueda. Si supieran lo nocivo que puede llegar a ser el plagio para un sitio web...
ResponderEliminarHola José Luis:
EliminarSi lo haces mínimamente bien, un refrito no puede considerarse un plagio.
Pero la verdad es que los refritos huelen... ¡a aceite rancio y falta de ideas! :-)
Saludos,
Roger
Ja, me encantas redactor freelance, y sí hay de refirtos a refritos que ni que.
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarLa pena es que encuentras refritos incluso en medios de prestigio...
Es como una enfermedad.
¡Saludos!
Roger
Si este post es un refrito no se ha notado Roger. Muy bueno.
ResponderEliminarCreo que se pueden hacer refritos siempre y cuando no se copien vilmente como dices, pero está claro que con las tarifas que se pagan muchas veces tampoco se puede exigir originalidad total.
Saludos!!
Hola Laura Elena:
EliminarLa verdad es que en Internet es casi imposible escribir algo completamente original y posiblemente un cliente no lo apreciaría porque si no tiene palabras clave populares en Google, no interesa.
Dicho esto, lo que no me parece bien es intentar presentar como original un texto basado en otras fuentes sin ni siquiera mencionarlas ni enlazarlas... ¡Qué miedo tiene la gente a enlazar!
Saludos,
Roger
"(yo por supuesto siempre escribo textos inéditos originales y estupendos, y así lo sostendré ante cualquiera que me pregunte :-)"
ResponderEliminarJajajajajajaja... Inocente... hasta que se pruebe lo contrario, ¿Cierto?
¡Y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra!
Desconocía el término "churnalism", pero es muy gracioso. Todos los días aprendo algo nuevo.
¡Gracias por un post tan ameno! Me sacó más de una risa.
Feliz inicio de semana.
Luisamaría Suárez.
Hola Luisa:
EliminarNo puedo confirmar ni desmentir que nunca haya hecho un refrito.
En cualquier caso, si ocurrió siempre lo hice con amor, como las croquetas de mamá.
En inglés se llama "churnalism" pero sigue siendo lo mismo: dar gato por liebre.
La cocina basura no conoce fronteras y menos con Internet.
¡Muchas gracias por comentar y saludos!
Roger